http://blog.diagnostrum.com/2014/02/03/osteosarcoma-el-octavo-pasajero/
OSTEOSARCOMA: El Octavo Pasajero
Posted by Dr. Alfonso Vidal on feb 3, 2014 | 0 comments
Los tumores malignos que afectan a tejidos de origen mesenquimal se denominan sarcomas. Es un término que asusta, que muchas veces despierta el inconsciente colectivo, los miedos más ancestrales, muchas veces matizados por la imaginación de los creadores artísticos de nuestra época. El sueño de la razón produce monstruos, que se encarnan y devoran nuestras entrañas.
Martín era un muchacho de quince años, buen estudiante, aficionado al deporte y miembro del equipo de baloncesto de su instituto. Como alero era eficaz, con un buen porcentaje de tiro exterior y rebote, no así en el juego bajo los aros por su escasa corpulencia.
Aquel sábado del mes de marzo acudió a urgencias después de un encontronazo que le dejó algo maltrecha su rodilla con un dolor muy agudo (pensó que se había roto los ligamentos o algo, por lo intenso del dolor).Otras veces se había lesionado, pero a los dos días estaba nuevo, aunque esta vez parecía más serio. Con lo bien que iban este año, parecía que por fin podrían ganar el campeonato.
Las primeras impresiones fueron negativas, el traumatólogo exploró la rodilla y puso mala cara, pero le pidió una radiografía para confirmar el daño.
Al llegar ésta, la cara del médico era aún peor y cuando comentó a su madre el diagnóstico, se puso a llorar, temiéndose lo peor: lesión de ligamentos, adiós a la temporada. No podía sospechar como cambiaría su vida aquel término, “Osteosarcoma”.
Ingresó en el hospital para continuar las pruebas diagnósticas, biopsia, diagnóstico de diseminación, resonancia, gammagrafía…
Iniciamos el tratamiento con AINES y Tramadol de rescate. Fue claramente insuficiente, esa misma noche tuvimos que añadir Meperidina y después morfina. Me preguntó si aquello estaba creciendo en su interior como un Alien y saldría en algún momento. (¡Qué pregunta, quizá tenía razón!)
El dolor parecía aumentar a pasos agigantados. En la siguiente semana duplicamos la dosis de morfina intravenosa y añadimos un corticoide para completar el tratamiento. El dolor persistía por lo que añadimos Gabapentinapara el componente neuropático.
Vista la mala respuesta y la perspectiva de cirugía planteamos colocar un epidural con dosis bajas de anestésicos locales y opioides. Con esto mejoró mucho el dolor de la pierna. Sin embargo, dada la afectación de la extremidad y la localización del tumor, se planteó la amputación como única solución permanente.
Recuerdo su cara y la de su familia cuando acudimos a comentar la perspectiva de tratamiento y los pasos siguientes ¡Sí, Martín, se acabó la temporada, esta y todas las demás!
Realizamos la cirugía sin incidencias, mirándonos unos a otros, con los ojos húmedos, como el galán del “Romance del Conde Niño” al cortar los tallos del rosal y el espino.
Gracias al tratamiento precoz, intensivo, radical, el tumor quedó circunscrito a aquel miembro envuelto en una sábana que separamos del resto de su cuerpo.
Martín apenas tuvo dolor tras la amputación y las medidas preventivas con su catéter epidural y la Gabapentina evitaron la aparición del síndrome de miembro fantasma .
Ocho semanas después, acudió al hospital todo el equipo de baloncesto en bloque. Habían ganado la copa y se la vinieron a entregar a Martín en homenaje.Ninguno pudimos contener las lágrimas.
Pero lo mejor fue que, diez años después de aquello, Martín, hoy, es fisioterapeuta y trabaja en un club deportivo. Sabe muchísimo de dolor ¡Claro, lo aprendió en los libros y de la vida! Nos enseñó a todos, con su ejemplo, con su esfuerzo, que las mejores victorias no siempre se ganan en las canchas, pues no hay mejor victoria que derrotar al dolor y a la propia muerte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario