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Menores con osteosarcoma pueden salvarse de amputación si se atienden a tiempo: Especialista
Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- Los niños con algún tumor óseo como el osteosarcoma, pueden salvar sus miembros, ya sea inferiores o exteriores, si se les detecta y atiende a tiempo, expresó la cirujano oncóloga pediatra María Goretty Cabrera Tovar, quien sin embargo, remarcó, deben hacer un programa de rehabilitación para que no se les atrofien o queden sin función alguna.
También Jefa de Enseñanza del Hospital Infantil “Eva Sámano de López Mateos” de Morelia, Cabrera Tovar indicó que el osteosarcoma es el principal padecimiento en cuanto a los tumores malignos de hueso en edad pediátrica, y a nivel general ocupa el séptimo u octavo en cuanto a los cánceres en menores de edad, donde los casos más frecuentes son, en ese orden, la leucemia y el linfoma.
En entrevista, precisó que cuando se presenta el osteosarcoma, afecta hasta en un 70 por ciento a los pequeños de entre 10 y 15 años de edad, mientras alrededor del 24 por ciento de los casos se registran en los menores de 10 años, y entre las causas describió la osteomielitis crónica, enfermedad de Paget, implantes metálicos o tener algún otro tumor como el retinoblastoma, pues frecuentemente tienen un segundo y sería ese mal, y es en menor medida debido a la situación hereditaria.
Respecto a la sintomatología, explicó que los enfermos presentan dolor en el sitio de la lesión, en la mayoría de los casos alrededor de la rodilla, y en lo cual muchas veces le llaman dolor del crecimiento.
“Entonces aquí se recomienda que si algún adolescente o cualquier niño viene y te dice que tiene dolor en alguna parte del cuerpo, como alrededor de la rodilla, hay que tomarle una radiografía y si ahí se encuentra la lesión, que puede ser muy pequeña, entonces tenemos la opción de salvar la extremidad, porque si se deja pasar mucho tiempo, empieza a haber aumento de volumen de la lesión y lo que vamos a encontrar es un tumor muy grande”, agregó.
Y es que entre más pronto se detecte este tumor, mayor será la posibilidad de salvar ya sea las piernas, los brazos o cualquier otra parte del cuerpo donde exista la lesión, y los pacientes puedan llevar una vida normal. Sobre el particular, la especialista informó que esta cirugía -que se practica desde la década de 1980 e inició en el Instituto Nacional de Pediatría- consiste en quitar la lesión tumoral, dejarla con bordes libres de ese mal y colocar una prótesis, que puede ser una endoprótesis articulada o una fija, depende de las características del paciente y del sitio del tumor.
Aunque igual se puede realizar la operación con hueso del mismo paciente. Ejemplificó con el peroné, que pueden trasladar de una extremidad a otra o de una extremidad a un brazo o antebrazo.
Asimismo resaltó que en cuanto se presenten los primeros síntomas, lo padres de familia lleven a sus hijos al médico especialista pues, citó el caso de una pequeña con osteosarcoma, a quien sus familiares llevaron primero con supuestos doctores que la trataron con ozono, “obviamente charlatanes”, y no registraba ninguna mejora.
“La niña nos llegó al Hospital Infantil con una anemia muy severa y una tumoración gigante, donde ya no pudimos hacer nada y se tuvo que amputar; pero quienes la estaban tratando primero decían que el tumor ya se estaba saliendo del cuerpo, evidentemente se estaba saliendo porque estaba creciendo, no porque se estuviera curando”, subrayó la entrevistada.
Luego de la cirugía se da paso a la rehabilitación, prácticamente de inmediato. En el caso de un paciente al cual se le salvó alguna extremidad inferior, debe estar apoyándose en sus piernas y caminando, al principio con algún apoyo como puede ser una andadera o muletas, y ya después solo. Caso similar con las manos, donde el niño debe tomar objetos, al inicio pequeños, por ejemplo una taza e ir aumentando el volumen y peso de los mismos hasta normalizarse.
“Porque también hay pacientes a los que se les salva de una amputación, pero si no llegan a tener una rehabilitación adecuada, la extremidad puede quedar íntegra, pero sin función”, manifestó María Goretty Cabrera quien, añadió, también se les ofrece a los operados atención psicológica, “si el niño no se rehabilita adecuadamente, todo lo que no se usa se atrofia y si no movemos los músculos, se van a ir haciendo pequeños y van a ir disminuyendo su función, y ahí sí hay una disminución en cuanto a la musculatura y en cuanto a las funciones”.
Otro caso, no de osteosarcoma, se le quitó a una menor que tenía un tumor en su cadera, la cual se encuentra a la espera de un hueso para hacerle la cirugía y no se le ampute desde el lugar donde presentó la lesión.
Por eso hizo énfasis en que la población se atienda cuando presente algún padecimiento o lesión, y se le dé seguimiento médico, ya que una gripe mal cuidada o una conjuntivitis sin curar, por citar sólo dos casos, pueden tener repercusiones si se dejan a la probabilidad de aliviarse solas, “porque si agarramos cualquier tipo de tumoración o cualquier tipo de cáncer, a tiempo, se pueden curar, pero si dejamos pasar el tiempo, el cáncer va invadiendo, va avanzando de estadio y mientras más avanzado sea el estadio, menor será el pronóstico de vida para el paciente”, concluyó.
También Jefa de Enseñanza del Hospital Infantil “Eva Sámano de López Mateos” de Morelia, Cabrera Tovar indicó que el osteosarcoma es el principal padecimiento en cuanto a los tumores malignos de hueso en edad pediátrica, y a nivel general ocupa el séptimo u octavo en cuanto a los cánceres en menores de edad, donde los casos más frecuentes son, en ese orden, la leucemia y el linfoma.
En entrevista, precisó que cuando se presenta el osteosarcoma, afecta hasta en un 70 por ciento a los pequeños de entre 10 y 15 años de edad, mientras alrededor del 24 por ciento de los casos se registran en los menores de 10 años, y entre las causas describió la osteomielitis crónica, enfermedad de Paget, implantes metálicos o tener algún otro tumor como el retinoblastoma, pues frecuentemente tienen un segundo y sería ese mal, y es en menor medida debido a la situación hereditaria.
Respecto a la sintomatología, explicó que los enfermos presentan dolor en el sitio de la lesión, en la mayoría de los casos alrededor de la rodilla, y en lo cual muchas veces le llaman dolor del crecimiento.
“Entonces aquí se recomienda que si algún adolescente o cualquier niño viene y te dice que tiene dolor en alguna parte del cuerpo, como alrededor de la rodilla, hay que tomarle una radiografía y si ahí se encuentra la lesión, que puede ser muy pequeña, entonces tenemos la opción de salvar la extremidad, porque si se deja pasar mucho tiempo, empieza a haber aumento de volumen de la lesión y lo que vamos a encontrar es un tumor muy grande”, agregó.
Y es que entre más pronto se detecte este tumor, mayor será la posibilidad de salvar ya sea las piernas, los brazos o cualquier otra parte del cuerpo donde exista la lesión, y los pacientes puedan llevar una vida normal. Sobre el particular, la especialista informó que esta cirugía -que se practica desde la década de 1980 e inició en el Instituto Nacional de Pediatría- consiste en quitar la lesión tumoral, dejarla con bordes libres de ese mal y colocar una prótesis, que puede ser una endoprótesis articulada o una fija, depende de las características del paciente y del sitio del tumor.
Aunque igual se puede realizar la operación con hueso del mismo paciente. Ejemplificó con el peroné, que pueden trasladar de una extremidad a otra o de una extremidad a un brazo o antebrazo.
Asimismo resaltó que en cuanto se presenten los primeros síntomas, lo padres de familia lleven a sus hijos al médico especialista pues, citó el caso de una pequeña con osteosarcoma, a quien sus familiares llevaron primero con supuestos doctores que la trataron con ozono, “obviamente charlatanes”, y no registraba ninguna mejora.
“La niña nos llegó al Hospital Infantil con una anemia muy severa y una tumoración gigante, donde ya no pudimos hacer nada y se tuvo que amputar; pero quienes la estaban tratando primero decían que el tumor ya se estaba saliendo del cuerpo, evidentemente se estaba saliendo porque estaba creciendo, no porque se estuviera curando”, subrayó la entrevistada.
Luego de la cirugía se da paso a la rehabilitación, prácticamente de inmediato. En el caso de un paciente al cual se le salvó alguna extremidad inferior, debe estar apoyándose en sus piernas y caminando, al principio con algún apoyo como puede ser una andadera o muletas, y ya después solo. Caso similar con las manos, donde el niño debe tomar objetos, al inicio pequeños, por ejemplo una taza e ir aumentando el volumen y peso de los mismos hasta normalizarse.
“Porque también hay pacientes a los que se les salva de una amputación, pero si no llegan a tener una rehabilitación adecuada, la extremidad puede quedar íntegra, pero sin función”, manifestó María Goretty Cabrera quien, añadió, también se les ofrece a los operados atención psicológica, “si el niño no se rehabilita adecuadamente, todo lo que no se usa se atrofia y si no movemos los músculos, se van a ir haciendo pequeños y van a ir disminuyendo su función, y ahí sí hay una disminución en cuanto a la musculatura y en cuanto a las funciones”.
Otro caso, no de osteosarcoma, se le quitó a una menor que tenía un tumor en su cadera, la cual se encuentra a la espera de un hueso para hacerle la cirugía y no se le ampute desde el lugar donde presentó la lesión.
Por eso hizo énfasis en que la población se atienda cuando presente algún padecimiento o lesión, y se le dé seguimiento médico, ya que una gripe mal cuidada o una conjuntivitis sin curar, por citar sólo dos casos, pueden tener repercusiones si se dejan a la probabilidad de aliviarse solas, “porque si agarramos cualquier tipo de tumoración o cualquier tipo de cáncer, a tiempo, se pueden curar, pero si dejamos pasar el tiempo, el cáncer va invadiendo, va avanzando de estadio y mientras más avanzado sea el estadio, menor será el pronóstico de vida para el paciente”, concluyó.
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