Osteosarcoma
Ana Laura, un ejemplo de lucha constante
Ana Laura, un ejemplo de lucha constante
Melina González 14 Feb 2014 22:09:33
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Con apenas 16 años, Laura admite que la parte más difícil fue separarse de sus padres para recibir tratamiento (Miguel Correa)
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“Si se quiere, todo se puede vencer; se debe seguir adelante, a pesar de todo lo malo que te pase, solo tienes que ser muy fuerte y tener ganas de salir adelante y de vivir”, asegura Ana Laura Ortiz Gutiérrez.
De rostro sonriente y mirada penetrante, asevera que por difícil que se presente la vida, siempre hay un motivo por el cual luchar y vencer los obstáculos. Laura, de 16 años, hace cuatro años que está en etapa de vigilancia en la Asociación Mexicana de Ayuda a Niños con Cáncer (AMANC) Zacatecas, luego de detectarle osteosarcoma, el tipo de cáncer de hueso más común y el sexto más frecuente entre menores. Tras la detección inició el tratamiento. Aunque admite que sufrió mucho con las quimioterapias, los fuertes medicamentos y acostumbrarse a la prótesis que reemplaza ahora a su pierna derecha, afirma que lo más difícil fue estar lejos de sus papás, quienes no pudieron acompañarla al recibir su tratamiento. Sin embargo, explica que gracias al apoyo de su familia y de sus amigos, quienes en todo momento la acompañaron en los tratamientos y cuando estuvo hospitalizada, salió adelante. “Muchos se deprimen y si estás triste, la enfermedad avanza más, por lo que no hay que estar triste y hay que salir adelante, hay que luchar y no dejarnos vencer”, afirma Laura. La jovencita resalta la necesidad de crear más consciencia al respecto y difundir más información sobre el cáncer, pues muy poca gente sabe los síntomas y esto en muchas ocasiones provoca que se inicie el tratamiento a destiempo. En su caso, todo inició cuando hace seis años, comenzó a llenarse de moretones en las piernas y después una bola empezó a crecer; “con suerte, mis papás rápido me llevaron a checar, pero la mayoría de la gente no sabe hasta después de la biopsia”, dice. Laura sueña con convertirse en una doctora o en una abogada: “les gané admiración y respeto a los doctores por la labor que hacen, por cómo ayudan a los que estamos enfermos, por cómo luchan por nuestras vidas”. También advierte que la abogacía le parece un trabajo noble: “si me decido por ser abogada, voy a estudiar criminalística y ayudar a mi país contra la delincuencia”, presume con una sonrisa. “A los niños que están iniciando (con el tratamiento), les pido que le echen ganas; a sus papás, también que sean muy fuertes. Mucha gente la asocia con la muerte y no es así, siempre y cuando lo detecten a tiempo hay mucha oportunidad de salir adelante, solo sean valientes”, precisó. |
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